Para Navidad, concretamente en Reyes les decían a los chicos que esa noche pusieran el «cribillo» o el zapato llenos de cebada en la ventana o en el balcón, porque venían los Reyes con los camellos.
Por la mañana temprano se iba a buscar los regalos, que en aquellos tiempos consistían en algo de turrón (guirlache generalmente), algún juguete o algo de dinero, que usaban para convidar a las chicas a pasteles traídos de Daroca.
Fuente: Xilocapedia